El pastor principal, Pastor Jorge López y su esposa, la Pastora Ana Martínez, afirman que la preparación permitió que pudieran desarrollar los cambios apropiados para mejorar la experiencia de adoración en su propio contexto. Y ahora, el nuevo desafío es que ya no caben en su local. A continuación, algunos puntos importantes que podemos resaltar del diálogo con la pareja pastoral:
- Calvin les facilitó recursos que dieron la posibilidad de trabajar efectivamente
- El acompañamiento proveyó la confianza que necesitaban
- Tenían tan sólo cinco jóvenes y en poco tiempo casi alcanzan los 30
- La congregación era de unos 40 y ahora están cerca de 100
El Diálogo con Los Pastores
Entrevistador: ¿Cómo se inició este proyecto?
Jorge: Realmente yo creo que todo se inicia con Dios, desde la necesidad. Oramos porque había cosas que teníamos que hacer en el ministerio, objetivos que realmente queríamos alcanzar, que nos faltaban. Y nos recomiendan con Calvin Institute. Ellos se contactaron con nosotros y nos invitaron al Encuentro I.
Entrevistador: ¿Qué pasó entonces?
Jorge: Vimos una puerta inmensa abierta porque tienen estos recursos que nos da la posibilidad de trabajar en lo que habíamos estado orando a Dios. Lo vimos precisamente como una respuesta del Señor.
Entrevistador: ¿Qué les llamó la atención al principio?
Jorge: Nos sorprendimos al ver que era interdenominacional porque pensé que era para un grupo exclusivo. Eso me dio una gran enseñanza, ya que en los tiempos en los que estamos viviendo, muchas denominaciones están juntándose, trabajando, caminando juntos con un fin. Y el fin es precisamente levantar la voz, acercar al perdido. Y en lugar de estar dividiéndonos desde adentro, estamos fortaleciéndonos para alcanzar a quienes están afuera. Y eso fue muy importante, eso fue una gran enseñanza para mí. Por otro lado, no encontramos grandes requisitos en Calvin, sino solamente el deseo de trabajar y de hacer con esto algo importante para el Reino.
Ana: Había necesidad en cuanto al crecimiento del grupo de alabanza en la iglesia, y lo vimos como una bendición de Dios, como una oración respondida. Lo que más me impactó fue la confianza que nos hicieron sentir, desde el principio, desde el primer día. Me gustó mucho la forma en que presentaron, cómo nos instruyeron para preparar el proyecto, las reglas, etc. Además, su enfoque en desarrollar y permitir que las iglesias crezcan desde adentro, para impactar a la comunidad. Era algo que no me esperaba porque tenía una idea, una expectativa, pero esa expectativa fue superada.
Entrevistador: Entiendo que se respetaron las originalidades de cada iglesia participante, ¿cierto?
Ana: Exactamente, porque cada iglesia tiene sus propias características, cada iglesia tiene sus propias necesidades, cada comunidad tiene su propia necesidad y la iglesia debe moverse en base a la necesidad de la comunidad. Y ellos lo facilitaron. Calvin Institute ha sido una puerta facilitadora para nosotros como iglesia y para la comunidad a la cual pertenecemos.
Entrevistador: ¿Cómo supieron por dónde ir, qué hacer?
Jorge: Con las instrucciones y las recomendaciones que ellos nos estaban dando, y con las directrices que nos estaban ofreciendo, podíamos saber que, a través de los jóvenes, de los niños, del trabajo evangelístico y de la adoración, es que podemos abrirnos para alcanzar a los demás. Realmente, yo creo que la necesidad de ir y hacer discípulos es de todas las iglesias, pero a veces no se tienen los recursos para hacerlo, porque el evangelio es gratis pero llevarlo cuesta. Entonces, al no tener los recursos, es como un empujón, porque nos ayuda a salir de esas cuatro paredes.
Entrevistador: ¿Cómo fue la guía para hacer el proyecto y qué aprendieron?
Ana: Ellos nos dieron las herramientas y nos enseñaron cómo hacerlo, principalmente porque nunca habíamos hecho un proyecto así. Y fueron muy claros; había mucha organización. Las formas los recursos que utilizaron fueron excelentes. Cuando vinimos a la primera conferencia, aprendimos y vimos la necesidad de convertir la iglesia en una iglesia bilingüe e incluir a los jóvenes para desarrollar el ministerio. Para esto, aprendimos sobre lo que es alabanza y adoración, sobre instrumentos y el uso de diversos recursos de comunicación (media) a fin de transformar la iglesia de una iglesia completamente de habla hispana a una iglesia bilingüe.
Entrevistador: ¿Cómo fue esa transición y cuáles fueron los resultados?
Ana: Yo era quien cantaba en los servicios y mi esposo (el pastor) tocaba la batería y a la vez él ejercía toda la labor pastoral. Entonces, conscientes de la necesidad de personas que se comprometan a apoyar en el ministerio, empezamos a entrenar en todas las áreas que requeríamos. En ese tiempo teníamos alrededor de cinco jóvenes, pero el Señor fue añadiendo hasta tener actualmente de 28 a 30 jóvenes. Cuando empezó este proyecto, la iglesia tenía una asistencia a los servicios promedio de 40 personas. Hoy estamos aproximadamente en 100 personas. De hecho, ya no nos damos abasto, la iglesia está a “full;” ya hay personas que se están quedando de pie y estamos pensando en iniciar otro servicio. Y todo esto, cuando inicialmente pensamos tener unas tres voces para mejorar el grupo de alabanza, y ahora tenemos 7. Todo vino en conjunto; el crecimiento vino en conjunto. A medida que iniciamos el desarrollo del proyecto, ya Dios iba trayendo a la iglesia los que debían ser añadidos.
Entrevistador: ¿Esto implicó cambios en las canciones y en la prédica?
Ana: Todo, las canciones que ahora tenemos son bilingües. Es decir, tanto en español como en inglés. Las lecturas bíblicas son en los dos idiomas. Se hace traducción simultánea. Y aunque hay personas que no hablan inglés, hay una conexión espiritual que los une. Además, gracias a la excelente traducción, se hace algo activo y dinámico. El fluir del Espíritu Santo es increíble, y ahí se ve de manifiesto cuando ves a las personas, que aunque no entiendan la lengua, pueden en el Espíritu Santo estar conectadas.
Entrevistador: ¿Ha habido resistencia?
Jorge: No, para nada. Todo lo contrario. Hay un crecimiento. Las personas han entrado en este mover porque esto ha unido a la iglesia, porque a la gente le gusta el trabajo y ver el fruto. Y eso precisamente han visto aquí. Cada vez que estamos haciendo algo diferente, como esto, que es un proyecto grande, la gente, en vez de resistirse, lo que ha dicho es, “¿En qué podemos ayudar?. Los padres se involucran en traer a sus jóvenes y a sus niños a los ensayos o a las clases de música. Es decir, en vez de resistirse, lo que han hecho es apoyar.
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Ministry Faces Unexpected Growth Opportunities
Becoming involved with 91’s Vital 91, Vital Preaching Grants Program opened up unexpected growth opportunities for Morada de Justicia Ministries in Miami, Florida. Both lead pastor Jorge López and his wife, Pastor Ana Martínez, affirm that the preparation allowed them to develop necessary changes to improve the worship experience in their specific context. Today, their new challenge is that they are exceeding room capacity.
The following are a few highlights from our dialogue with the pastors of Morada de Justicia Ministries:
- Calvin was able to provide resources that enabled more effective workflow
- The accompaniment gave its leaders the confidence they needed
- They had only five youth members and, in a short time, it has grown to 30
- The congregation’s membership was around 40 and is now around 100
Q&A with Pastors Jorge and Ana
Interviewer: How did the project first begin?
Jorge: I truly believe that everything begins with God, from a place of need. We prayed because there were tasks that needed to get done in the ministry, objectives that we really wanted to reach. Then Calvin Institute was recommended. We were contacted and invited to our Encuentro I.
Interviewer: What followed?
Jorge: We saw it as an immense open door because these resources would give us the opportunity to work on the things that we had been praying to God for. We saw it precisely as a response from the Lord.
Interviewer: What first drew your attention?
Jorge: We were surprised to see that it was interdenominational, because I first thought it was for an exclusive group. That alone became a great teaching, that we are living in times when many denominations are coming together, working, and walking together toward a common goal. This goal is precisely to raise our voices and approach the lost, and instead of dividing ourselves from within, we are to strengthen ourselves in order to reach outward. This is very significant and it was very important for me to learn. Also, we didn’t run into any insurmountable requirements with Calvin, just a longing to work and to do something with that work for the Kingdom.
Ana: We had a need to grow the worship team at our church so we saw this as a blessing from God, like an answered prayer. What most impacted me was how much trust was expressed from day one. I enjoyed the way it was presented, how we were instructed to prepare for the project, the rules, and the focus on development and allowing churches to grow from within in order to impact the community. It was all so unexpected. I had an idea of what it would be like but my expectations were exceeded.
Interviewer: I understand that it had to do with respecting the originality of each participating church, yes?
Ana: Exactly, because every church has its own characteristics, every church has its own needs, every community has its own needs, and the church’s actions should be based on the community’s needs. Calvin has facilitated a door between us, as a church, and the greater community to which we also belong.
Interviewer: How did you find out where to go, what to do?
Jorge: With the instructions and recommendations they were giving us, and with the directives that they were offering us, we learned that it would be through the youth, the children, the work of evangelism and worship that we would be able to reach others. I believe that the need to go and make disciples is something shared by all churches. Yet sometimes there are no resources to do so, because the gospel is free but delivering it has a cost. Since we had no resources, this was like a push, because it helped us to go beyond our four walls.
Interviewer: What was the project’s plan and what did you learn?
Ana: They gave us the tools and taught us how to do it, mainly because we had never implemented a project like this before. And they were very clear: there will be lots of organizing. The forms, the resources they used were excellent. When we attended the first conference, we learned and saw the need to turn the church into a bilingual one and to include youth in the development of ministry. For this, we learned specifically about the meaning of praise and worship, about instruments, and the use of diverse communication resources (media) to develop into a bilingual church.
Interviewer: How was that transition and what were the results?
Ana: I sang during services and my husband (Pastor Jorge) played the drums while also taking on his pastoral duties. So, aware of this ministerial need, we began to train people in all of the areas where support was needed. During this time, we had around five youth, but the Lord continued to expand our ministry to the current number of around 30 youth. In the beginning, our church service attendance was around 40 people. Today, we’re at about 100 people in attendance. As a matter of fact, we have no more room; the church building is full. We already have people who have to stand so we’re considering adding another service. When we initially thought having three singing voices would be an improvement, today we have seven. Everything came together, the growth came together. As soon as we acted and initiated the development of this project, the Lord started bringing to our church those who would belong here.
Interviewer: Did this all imply changes in song selection and preaching style?
Ana: Everything, the songs that we now use are bilingual, in Spanish and English. Our scripture readings are in both languages. We have simultaneous translation as well. And though there are people who don’t speak English, there is a spiritual connection that unites them. Thanks to the excellent translations, things are more active and dynamic. The flowing of the Holy Spirit is incredible, in that those who are not connected through language can still feel connected through the Holy Spirit.
Interviewer: Has there been any resistance?
Jorge: No, not at all. Quite the opposite. There has been growth. People have entered into this moving of the Holy Spirit because it has unified our church. Our people like to work and see the work bear fruit. And that is precisely what they’ve seen here. Every time we bring forth a big project, such as this one, our congregants, instead of resisting, they ask, “How can we help?” For example, parents have become involved in bringing their teenagers and children to rehearsals and music lessons. In other words, instead of resistance, we have been met with support.